Existe una antigua tradición de llevar huevos a los monasterios de clarisas en España, es cierto que no en todo el país se estila este clásico. Trás un estudio en el año 1993, se llegó a la conclusión que de los sesenta conventos a los que se llamó previamente para preguntar por dicha tradición, únicamente tres de ellos, los de Vinaroz, Murcia y Almería eran ajenos a la tradición. En los monasterios de Salvatierra, Molina de Aragón, Borja y Ciudadela informaron de que no existía la costumbre ancestral como tal en su zona, aunque algunas veces recibían ofrendas de huevos de personas que no residían habitualmente en la localidad. ¿Por qué sería?.
Parece ser que todo esto comenzó hace muchos años, como una superstición popular entre las casaderas de la época. Las futuras novias, se acercaban hasta los monasterios de clarisas con una, dos y hasta treinta docenas docenas de huevos, para que las monjas pidiéramos interseción de Santa Clara, para que no lloviese en el día de su boda. ¡Ajá! ¡Por eso es las zonas con menos propensión a las lluvias no tenían conocimiento de estos hechos!. ¿Sabías qué a veces, las docenas eran de trece huevos y entonces se las llamaba docenas del clérigo o docenas del fraile?. ¿Cuirioso también verdad?.
Con el paso del tiempo, ya no son solo las prometidas venían, también las familias ante la inminente primera comunión de algún hijo, bautizos o juras de bandera por poner algunos ejemplos. En la zona de Cataluña sin embargo, era otra la forma de actuar. Las niñas con el nombre de Clara se presentaban a la Santa en cualquiera de sus monasterios, portando un cestillo con huevos. Santa Clara es muy querida en el mundo, y tanta es la veneración en España que muchísima gente la considera patrona del buen tiempo cuyo origen se desconoce.